miércoles, 11 de noviembre de 2009

Hito de Inconsciencia #52327

Anoche hicimos un asado en la Isla (quien tenga dudas acerca de lo que me refiero que se remita a post anteriores. Si no tiene dudas, también puede remitirse a post anteriores. O no).

Se trató de una noche más de las tertulias de los martes. Esta vez, en el jardín polvoriento donde abunda la maleza cual césped al natural, en el costado del espacio ahora techado cual carpa gitana, frente y a pasos de la parilla bajo el árbol carbonizado por las brazas acumuladas celebrando un San Martes en compañía inicial de B. y D.  Y los perros. 2 adultos y 4 cachorros que ya no lo son tanto.

Los perros y sus enseñanzas.

Por más que procuro recordar el nombre de todos y cada uno de ellos, me es imposible. Sólo B. y D. tienen el don. Y creo que también E., pero ayer no estaba.

Tampoco me recuerdo de todas sus características, ni físicas ni de personalidad. Pero sí hay cosas interesantes...

Por ejemplo:

Que la cachorra busque constante y casi únicamente el cariño y contacto físico con los machos humanos. Pegote. Rica, cariñosa, pero pegote. Su sensibilidad no tiene límites. Ni culpas. Se entrega por completo al cariño. Y como que en eso termina su aporte. No habla muy bien de su género, ni creo que sería justo extrapolar cualquier conclusión al respecto.
Su madre, por otro lado, es todo un ejemplo. Lady ella. Toda una dama. Buena madre, y con temperamento. Siempre está bien ubicada; busca y recibe con gusto todo a disposición: cariño, comida e incluso las órdenes directas. Y siempre piola.
Su "marido" es otro ejemplo de un Mensch. O un Dogsch.  Vivo el tipo ese. Y simpático. Y ni qué decir como amante (sino, que hable ella de las ya tres camadas, todas sobrepobladas). Buen papá, además. Cierto que no tiene que salir en búsqueda de comida para alimentar a la prole, ni salir de caza, ni siquiera defender el territorio. Pero eso no es su culpa, sino más bien parte de su mérito. Es un New Rich en todo ámbito.
De los otros tres cachorros (de los 10 originales, 6 regalados ya), machos todos, toda una muestra de las personalidades que pululan por ahí.
Está el tímido, retraido, algo dominado, buena gente pero cagado por su propia incapacidad de sobreponerse y hacerse respetar. De hecho, despierta más cariño por compasión que por atracción. Sin ánimo de polémicas, es el único negro en la camada. Todos los demás son "rubios" (hubo incluso una blanca alba, ya en otros pastos por ahí). Quizás haya un cisne detrás de todo esto, como lo hubo tras el pato feo aquél... Sería un lindo final para una so-far-sad-story...
Está también el líder. De orejas paradas y afiladas. Siempre se alimenta primero y en solitario. El resto, que espere. Crece más que sus hermanos y es quien manda. Es juguetón e inteligente. Cauto y seguro. Un Winner. Odioso. Macho Alfa.
Y está el piola. Mezcla del cariño de la hembra y la inteligencia de su lobo-orejudo hermano. Pero más piola. Guarda su espacio pero no invade el de otros. Cacha sus límites pero no los muestra. Siempre atento. A la guaite... Si pudiera, se vestiría con jeans y zapatillas. Pero de marca.

Suena como a una fauna normal de la ciudad. Una familia como tantas otras.

También estaban los vecinos. En una noche agradable, aunque algo fresca, se dieron las constantes de la intermitencia interminable de las luces de todos los edificios circundantes, los autos pasajeros, algunas alarmas. Y como excepción, teníamos unos vecinos del edificio solapado celebrando lo que a la larga evidenció ser un cumpleaños. Y cómo no, muy a-la-mode, con Karaoke a todo volumen y chirridos incluidos, y los éxitos de ayer y hoy desfigurados por uno que se creía estrella, pero era fugaz sin saberlo. Hasta sentí pena por los Charros y el barbudo melenudo meloso, ante tan limitada imitación. Por suerte no duró mucho y nuestros oídos no tuvieron efectos secundarios.

A eso de las 00:43 arribó C., cual fantasma, en silencio y sin aviso. His Style...
Lo primero que hizo fue arrimar una silla al fuego. Esta, eso si, presentaba una inusual fisura amplia, circular y profunda al centro, cual WC de guagua recién nacida, misma que fue bautizada hipsofacto por D. como Duke Nuken (las explicaciones pídanlas a él. Yo sólo transcribo lo que mal recuerdo).

Y así continuó la noche, con una apología a la corneta de por medio, meando despreocupadamente bajo las estrellas, como abonando la maleza, preocupados por buscar la ocurrencia de nuevos hechos, viendo a los perros correr y jugar alrededor.

En la sobremesa -donde no hubo mesa sino tenedores al viento arrasando el asado por gajos- discutíamos de temas de relevancia nacional...
  • Creatividad en la eficiencia versus eficiencia en la creatividad.
  • La persecución por la eficiencia en el ámbito laboral: ¿coarta la creatividad o la potencia? ¿Hacia dónde debe apuntar?
  • ¿Son legítimos los intereses personales en el ámbito laboral?
  • ¿Hasta cuándo la eficiencia es propia? o ¿es sólo el resultado de cumplir con lo esperado y exigido?
A las 01:52 sonaba "Under My Thumb" de los Rolling Stones mientras manejaba a casa. Luego sonó "You Better You Bet" de The Who. Y llegué a casa.... Apagué a los amigos de Futuro e ingresé al hogar. Se había acabado el martes de esta semana...




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