jueves, 22 de octubre de 2009

De las leyes de Atracción - Parte III (b)

Me rindo.

A pedido del público (miles de cartas recibidas), me arriesgaré con el análisis preliminar del otro lado de la moneda (en este caso, opera justo al revés que lo que ocurre en La Moneda).

La Seducción en la Hembra
(Pude haber escrito "Mujer", pero quise ser ecuánime con las feministas asérrimas. No herir susceptibilidades no es mi especialidad... pero por empeño no me quedo).

Nota del autor:
Soy sólo un hombre. No me reten.

Mujeres. Cómo vivir sin ellas.
Me pregunto si esto debiera escribirlo en primera, tercera o ajena persona. Esta última posibilidad sería quizás la más apropiada, algo así como un transgénero objetivo. Por otra parte, sería una lata.

Como no soy mujer ni tengo ninguna intención de serlo (a menos que fuese lesbiana), asumiré la única postura que conozco bien. La mía (conozco otras posturas pero no tienen nada que ver con esto).

Cómo seducen las mujeres

1. Las mujeres seducen con sólo ser.

Ustedes (ellas) no lo saben o no están seguras, pero créanme, lo único que tienen que hacer para seducir es darse cuenta. Siempre están siendo observadas, acechadas, medidas, comparadas, tasadas. Y cualquiera sea el resultado de ese proceso indetenible en el hombre, el resultado será que su valoración será siempre mayor que cero, siendo cero el desinterés. El hombre está siempre dispuesto a la seducción.

Esto lo llamaremos Ley Nº1 de la precariedad masculina: Acerca de la infinita disponibilidad del Macho.

2. Las mantis religiosa

Depredadoras. Siempre vigilantes acechan a su presa al menor signo de debilidad. Se comen todo lo que pase, hasta de su misma especie (son medio bi-sexuales, por deporte). Por su estilo, éstas llegan a un lugar, toman una posición de observación sin temor a ser observadas. Tampoco es que anden mostrándose. No son floreros, sino super-seguras. Son de armas tomar. Revisan el ganado, deciden y actúan. Sin contemplaciones. Hasta estrujar al pobre y rendido macho.

Esto lo llamaremos Ley Nº2 de la precaridad masculina: Si te toca una mantiz, vive el momento y disfrútalo.

3. Mujer Gato

Peligrosas. Desconfiadas. No tienen claro lo que quieren, pero lo quieren rico.
Sin experiencia ni abiertas a experimentar. Culposas y pudorosas pero juran que son open minded. Les puede durar toda la vida o en ocasiones afortunadas ver la luz en el camino y mutar a casi cualquier cosa. Pero mientras sigan siendo gatas seguirán por los tejados y atrapando animalitos menores de vez en cuando para luego dejarlos botados por ahí o llevarlos como trofeo a quien no entenderá o no apreciará el mensaje.
No seducen. Creen que lo hacen, pero en rigor esperan ser seducidas. Y cuando lo son, o no se dan cuenta o creen que merecen algo mejor (a menudo tienen razón...).

Esto lo llamaremos Ley Nº3 de la precariedad masculina: O eres perro o eres ratón.

4. Mujer Planta

Uf. Horror de horrores. No hacen nada pero juran que aportan. Son centro de atención pero si no las tratas y cuidas, se mueren. Y de paso cagan el entorno. Cambian de color según la temporada, veleidosas ellas. Pobre del macho que la pille en celo (o con celos). Muerte segura por agotamiento.
No seducen. Se dejan seducir. Atraen (como planta carnívora) pero si te acercas demasiado, o más de lo que sólo ellas saben o quieren, Kaput!.

Esto lo llamaremos Ley Nº4 de la precariedad masculina: No importan los esfuerzos, sólo los resultados.

5. Mujer Ideal

Simpática, abierta, chistosa, amistosa, sin rollos, inexistente (eso puede ser una exageración, además de una pesadilla).
Seduce con su presencia. Se deja seducir y responde a los juegos. Inicia juegos de seducción, con la mirada, los toques casuales, las llamadas telefónicas, las conversaciones abiertas, los lugares comunes. Innova. No se retrae pero guarda una distancia interesante. Es toda una mujer y lo sabe. Y el macho lo percibe y la busca. En general, o es muy despierta y abierta desde pequeña o lo desarrolla en la madurez. A veces a costa de golpes. Como la vida. Mujer ideal al fin y al cabo.

Esto lo llamaremos Ley Nº5 de la precariedad masculina: Yes You Can!

Y como de pan vive el hombre (y la mujer), y no cae como maná de los cielos, esto queda hasta acá... pero como siempre y como McArthur (y también como Terminator), I`ll Be Back!




2 comentarios:

  1. Creo que te quedaste corto en los tipos de hombres y de mujeres hay una amplia gama en la fauna chilensis no especificada, apaludo tu entusiasmo y valor por expresar tus ideas... Sigue así que me encanta leerte.
    Abrazos...
    DANIELA FERNANDA

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  2. Estimado...........

    No se cuantos tipos mas de mujeres te faltaron, pero con los que elegiste ya me cagué de la risa. Para que no se mal interprete, me cagué de la risa por tu lenguaje y la forma de abordar el tema, no de las mujeres (en este tema por experiencia hay que ser cauto para evitar irritaciones, y no alérgicas específicamente).

    Yes we can!!!!!!

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