miércoles, 7 de octubre de 2009

Mi verdad, Tu verdad.

Verdad.

En las Redes...

¿Qué hay en los Blogs, Facebook, Twitter, Flikr y Social Media en general que los hace tan atractivos y con tan alta aceptación y altas tasas de crecimiento?
Más aún, ¿qué hay en los emails, chat , foros y demás plataformas y aplicaciones desarrolladas desde la nave madre en la que se ha convertido la Red de Redes?

Más allá de su obvia facilitación de la socialización y agilización de la comunicación, hay otros factores que a la larga hacen que estos sistemas perduren, se mantengan, o bien, se queden en el camino.

No soy un experto en redes sociales, ni en sociología, ni en nada similar. Soy un observador con opinión que, como la mayoría de quienes se expresan públicamente, asumo una responsabilidad personal al emitir juicios -la mayoría de ellos juicios de valor- y a su vez, en parte, buscamos diferentes objetivos:
  • el debate per sé,
  • la discusión para enriquercer posturas,
  • aprobación para reafirmar posiciones y creencias,
  • público masivo y anónimo para combatir la soledad y reafirmar la personalidad,
  • entretención y desafío personal,
  • simple ejercicio intelectual,
  • etc.


Estos medios han contribuido a la democratización de la palabra, al incentivo a participar y pertenecer, a buscar la perdurabilidad de las ideas a través de la masificación de las audiencias.

No hay fronteras, ni siquiera idiomas que restrinjan o limiten el potencial de las palabras. Consecuentemente, con ello vienen aparejados los riesgos de la levedad y la responsabilidad personal, no sólo de quien escribe, sino también de quien lee, se informa, juzga, opina y divulga.

Desde los inicios de Internet y todo el acceso a la información de las plataformas desarrolladas a posteriori, la inmediatez del acceso a la opinión experta, la igualdad en que se enfrentan quienes acceden abiertamente y sin pudores a participar, ha permitido la mayor tasa de crecimiento y masa de ideas y conocimiento jamás imaginada. Y esto no tiene límites conocidos, salvo la estupidez humana.

Por ello, por el ego, por los dogmas, la ceguera intelectual y la restricción de visual autoimpuesta cual anteojera equina, el gran riesgo de involución no reside en los medios, sino en las personas, en su desarrollo abierto e integral, intelectual, emocional y ético-moral, en evitar los juicios y prejuicios, permitir, aceptar y valorar opiniones sin generar ni mirar desde una perspectiva basada en estereotipos; con respeto, con empatía, con firmeza y dedicación, pero con grandeza para reconocer el valor en el otro, del igual, del diferente, del amigo y del contrario, del mayor, del menor, de las diferencias de sexo, origen, religión y costumbres.

Apertura de mente y corazón.

Mi verdad. Tu verdad.

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