Moral, Acción y Proyección

La Moral y los Actos.

Ampliable a cualquier y todo ámbito de la vida, más allá de la experiencia personal.

¿Qué hace que actuemos, a menudo, contra nuestra propia percepción de lo que es correcto? ¿Por qué, desde la perspectiva personal, obviamos nuestro instinto ético y obramos en forma divergente, a veces incluso contraria? ¿Es que las necesidades del alma no son unívocas ni mandatorias?

Hoy es 05 de octubre y para Chile es un día especial. Hace 21 años mucha gente dudó respecto de sus decisiones: Algunos querían votar "No", y sin embargo no lo hicieron. Otros habrían querido votar "Si", y no lo hicieron. Y una mayoría logramos ser consecuentes, votando en concordancia con nuestra visión moral, o bien, haciendo caso a la creencia y racionalidad, que en demasiadas ocasiones se basa en errados principios y casi siempre está influenciada por el contexto, nuestra historia particular y el lugar y el momento de las decisiones.

Hoy habrá más de algún arrepentido y muchos se felicitarán de su consecuencia. Y sin embargo, ¿podemos juzgar?

Día a día hacemos distinto de lo que pensamos, pensamos distinto de lo que sentimos, y aún así convivimos con ello, a sabiendas de nuestra propia incongruencia.

Y así vivimos, porque la incongruencia es parte y reflejo de nuestra libertad de equivocarnos. Saberlo y reconocerlo, tanto en lo propio como en lo ajeno, nos hace más humanos, más empáticos y menos egoistas.

Un país que pretende mirar al futuro en forma unida, más allá de las diferentes formas y visiones de hacerlo, debe partir por el respeto de las decisiones pasadas de sus adversarios y de los diferentes.

Yo voté "No". Y a sabiendas. Tenía 20 años y no tenía ninguna seguridad acerca del efecto de mis acciones. Sólo fé. ¿Y por qué castigar a quienes no la tenían, o en su contexto pensaban que el mundo era otro mundo?

Podemos juzgar a quienes actúan a sabiendas o a quienes se niegan a saber, pero no a quienes sin saber, ni poder saber, actúan equivocadamente.

Hoy he visto múltiples avisos, llamados, publicaciones, twiteos,... rememorando el pasado de unos y de otros. He visto incongruencia entre quienes haciendo lo anterior, también anuncian proféticamente que sólo importa mirar hacia adelante, pero se olvidan que el día anterior no podían sacar de sus argumentos que la historia personal, en particular de los candidatos, era una luz y señal de cómo actuarían a futuro. Y entonces, ¿en qué quedamos?

Quedaremos en las decisiones informadas, con fé y consecuencia.

Lo demás es sólo opinión y libertad de errar.